La Copa de la discordia

El 25 de Mayo se celebrará la Copa del Rey más polémica de los últimos años. Polémica por todo el lío que se montó tanto para elegir fecha como para elegir sede, polémica por la pantomima de las obras en los baños del Santiago Bernabéu y polémica porque no deja de ser una oportunidad más para aquellos que se empeñan en usar al deporte como altavoz de sus ideas políticas.

Se enfrentan dos equipos de los más laureados en la competición y quizás es de lo que menos se habla. Ambos llegan con la necesidad de aferrarse a un título que sirva de bálsamo para las heridas europeas, tambien para las de la competición doméstica en el caso del Barça. Unos porque hace tiempo que su afición merece un título, otros porque quieren cerrar un ciclo dedicándo la Copa al lider que se marcha.

Existen motivos deportivos de sobra para hablar de este partido, pero desde que se anunciase la final no han dejado de ocurrir cosas que los dejaban de lado. Primero toda la polémica con la sede, con las demandas de ambos finalistas por jugar en el Bernabéu y la negativa, aludiendo unas obras que no se sabe si se estan haciendo, si no, o que por parte del conjunto madridista. El Athletic paga aquí el jugar contra el Barça y la posibilidad de que pueda proclamarse campeón en feudo merengue. Por contra, aunque los culés salgan como favoritos, el Athletic Club tiene, como ya ocurriera en la final de la Europa League, la etiqueta de "equipo del pueblo". La gente irá con ellos por el juego demostrado esta temporada, por el romanticismo que inspira ese equipo, por la personalidad de su entrenador y, por supuesto, por todo el bloque antibarcelonista.

El equipo que ha enamorado a Europa

Pero aparte de esto existe otro gran miedo ante esta final, que muchos ya están utilizando para lanzar sus proclamas ante quienes les quieran escuchar, el miedo a la pitada del himno. No es un miedo infundado, ocurrió ya en Mestalla la última vez que se enfrentaron los dos equipos. Tampoco es algo descabellado, porque ya existen asociaciones independentistas que están promoviendo esas pitadas en el Vicente Calderón.

La primera y hasta ahora única Copa del Rey de la era Guardiola

Por su parte, en el bloque de "salvadores de la patria" se encuentran asociaciones que luchan por lo contrario. Ahora corre por Internet un video (no lo pondré, buscadlo si queréis) basado en la "concordía" en el que aficionados de las dos hinchadas promueven el respeto a los símbolos nacionales y a España, tratando de evitar la pitada. Esto del mensaje de concordía sería muy loable de no venir de quien viene, una asociación con un marcados lazos con la ultraderecha.

Para colmo, a algún iluminado (más bien iluminada) se le ocurrió autorizar una manifestación de grupos ultraderechistas como La Falange el mismo día de la Copa con el lema "Contra el separatismo, una bandera. Marcha por la unidad de España". Es muy inteligente desde luego permitir a este tipo de personas manifestarse cuando la ciudad estará tomada por las dos aficiones contra las que realmente se manifiestan. Por suerte, los mismos que en principio la autorizaron han caido en la cuenta de que a lo mejor eso iba a ser un problema, se podrían generar altercados, etc. y han decido postponerla ¡Bien por las mentes pensantes que nos protegen!

Y para cerrar el espectáculo de sinsentidos, esa, la que siempre quiere ser niña en el bautizo, novia en la boda y muerta en el entierro, la Presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, arremete ahora contra la Copa solicitando que se "suspenda y se celebre a puerta cerrada en otro lugar" debido a las protestas independentistas, a pesar de que reconoce que la decisión puede causar "mucho follón".

Final a cara de perro (Chiste fácil)

Y en estas estamos, con dos equipos que juegan tremendamente bien al fútbol, que pueden ofrecer un espectaculo fabuloso poniendo el broche final a una gran temporada deportiva. Pero no, nos quedamos en lo otro, en lo feo, en lo que no tiene nada que ver con el aficionado real y de a píe, que le preocupa mucho más llegar a fín de mes, encontrar un trabajo, pagar la hipotéca que la bandera que ondee en el ayuntamiento o el himno que suene antes de cada encuentro.

Al final, son siempre los mismos, salvapatrias de uno y otro lado los que se empeñan en algo tan repulsivo como mezclar política con deporte y a mí, personalmente, me cansa ya demasiado.

Maykel Pérez / @greypilgrim