Los encuentros entre el Atlético de Madrid y el Sevilla F. C. han pasado de un tiempo a esta parte a ser una más de esas grandes rivalidades deportivas. Por desgracia, las rivalidades terminan por sacar lo peor de cada afición, de todas. El problema es que parece que siempre se termina por señalar a los mismos, y nadie ve la viga en el ojo ajeno.
Vaya por delante que, como atlético, me repugnan totalmente determinados cánticos dirigidos hacia el malogrado Antonio Puerta o desearle la muerte a cualquier jugador. La afición del "Atleti" es una de las mejores aficiones del mundo, reconocido por muchos fans de otros equipos, pero tenemos la misma lacra que existen en docenas de campos, los idiotas radicales. Una minoría, pero una minoría ruidosa.
Asumido esto y estando totalmente a favor de que determinadas actitudes, cánticos, etc. son inadmisibles y deberían ser castigadas, lo que no concibo es que se termine por criminalizar a toda una afición y meter a toda en el mismo saco por culpa de unos imbéciles.
Y lo peor es que cada Atlético de Madrid - Sevilla / Sevilla - Atlético de Madrid tenemos que aguantar como muchos aficionados del Sevilla, resentidos (y con razón, todo hay que decirlo) se empeñan una y otra vez en estigmatizar a todo un equipo como si ellos no tuvieran esos problemas y los "Biris" fuesen unos santos varones.
Muchos de esos aficionados no deberían olvidar que también tienen o suyo en sus gradas, que el Sanchez Pizjuan ha sido sancionado en varias ocasiones, y que dicen más de una barbaridad contra el equipo rival en cada derbi contra el Real Bétis. En mayo de este año ya el Comité de Antiviolencia propuso el cierre del coliseo sevillista tras un encuentro con el Bétis.
Y parece que la prensa también gusta de señalar lo que quiere. En la pasada liga ya destacaron de nuevo las actuaciones lamentables de parte de la afición atlética en las visitas del Sevilla o del Real Madrid al Calderón, pero pasan de puntillas cuando eso ocurre en otros campos. Los aficionados del Athletic Club de Bilbao pueden quejarse también del trato lamentable que recibe su equipo en otros campos, la última vez en el Santiago Bernabeu con cánticos contra Gurpegi o Susaeta, pero claro, ahí si que se destaca que son "cuatro gatos". En el propio Santiago Bernabéu se exhiben banderas preconstitucionales y se hace apología del fascismo (No es el único y en el Calderón también se sufre esa lacra).
También en el Bernabéu se lanzan cánticos antibarcelonistas (y anticatalanes) aunque no esté allí el F.C. Barcelona, y me atrevo a decir que ocurre lo mismo en Can Barça. Pero de eso siempre se pasa de puntillas. Y por supuesto hacemos la paletada de pitar los himnos nacionales del contrario cuando nos visita cualquier selección.
Lo siento pero la basura huele en todas partes. Los cánticos racistas, intolerantes y violentos deberían ser erradicados de los campos de fútbol y prohibir la entrada a los que los emiten, pero que no me vendan la milonga de escudarse en lo que hacen unos para destacar las bondades de otros (o esconder sus carencias deportivas). Que lo hagan todos no es excusa, pero que no nos tomen por idiotas, que parece que siempre hemos de ser los mismos.
Como le dijo la sartén al cazo, "apártate, que me untas".
Maykel Pérez / @greypilgrim
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