Hienas

El famoso video de TV3 de las hienas no es solo un ejemplo más de rivalidad entre medios catalanes y medios de Madrid, sino otra vergonzosa muestra del partidismo, en todos los sentidos, del que hacen gala las televisiones autonómicas.

Me siento el viernes pasado en un bar con un compañero "de trabajo" en la mayor empresa nacional, con casi 6 millones de "compañeros". En la televisión, las noticias de Telemadrid, en concreto los deportes del telediario de la tarde y, muy indignados, los presentadores dan paso al video que había revolucionado al madridismo.



Uno ve el video en cuestión y siente pena de ver como hay gente que a esto lo llama periodismo. Sin entrar en debates sobre si hay motivos o no para comparar la dureza que se le aplica a Messi por parte del conjunto merengue en cada partido con una cacería, lo que es repulsivo es que un medio pagado con dinero público se dedique a hacer un ejercicio tan burdo de sensacionalismo propio de un adolescente con cuenta en Youtube y con mucho tiempo libre.

Y da pena también como, desde la "Central lechera" y en concreto desde Telemadrid, enarbolan la bandera de la indignación cuando ellos han sido perpetradores de ejercicios de manipulación igualmente vergonzantes. Desde "La libreta de Van Gaal" se ha destacado ya un par de ellos, aunque para muestra un botón:


Cuando servidor ve estas cosas no le queda más remedio que tomarse un Almax para evitar el revuelto en el estomago. Las televisiones autonómicas, que son públicas y pagadas por todos los españoles dedican el dinero de su financiación a "esto".

Es ya increible cuando tenemos que aguantar que le bailen el agua al partido político en el poder en esa comunidad. De esto, Telemadrid sabe un rato y la manipulación informativa de la que hacen gala es tan pública y conocida como vergonzante. Pero no, ya no solo están al servicio de la política, sino también al servicio de los equipos deportivos "mayoritarios" en Madrid o Barcelona, y encima haciendose la guerra entre ellos con mi dinero. Mi dinero y el tuyo.

Al final las hienas no están ni en el Bernabéu, ni en el Camp Nou. No, las hienas, a la caza por orden de un servilismo político (y deportivo) deplorable, donde están es en las redacciones o, más seguramente, en los despachos de los que mandan en esos medios y quiero pensar que esos periodistas que firman estos videos, esas personas que han pasado por una facultad de periodismo y se les ha enseñado lo que es la ética periodística deciden no acogerse a la clausula de conciencia y "tragar". Porque sí, porque hay que comer, porque esta todo jodido y hay que elegir entre traicionar algún que otro principio o trabajar en la otra empresa, la de los 6 millones.

Maykel Pérez / @greypilgrim