viernes, 28 de junio de 2013

Hubo un tiempo


Hubo un tiempo en el que las cosas no siempre fueron tan bién. Se pasó de una Eurocopa en el año 1964 a una brutal travesía por el desierto en la que se cosechó mucha ilusión pero pocos resultados. Del gol de Marcelino al gol de Torres en Viena pasaron 44 años y 8 días en los que hubo que sufrir aferrándose a aquel mantra de "este año sí".

Hubo un tiempo en el que las tandas de penaltis no se le daban bien a la Selección. En el mundíal de Méjico de 1986, con Zubizarreta bajo palos la "Roja" se quedó a las puertas de la semifinal de la competición, puesto que ocupó Bélgica. Tampoco salió la cosa bién en 1996, en la Eurocopa de Inglaterra. Con Zubi de nuevo en la portería y contra los anfitriones, los ingleses se ganaron el pase a cuartos de final en la lotería de los penaltis.

En 2002, en el Mundial del Corea nos acordamos de "Al Gandúl" y de su infame arbitraje que condujo de nuevo a la selección a jugársela desde los 11 metros. Días antes la cosa había salido bién contra Irlanda, en octavos de final, pero nos volvimos a casa en cuartos de final a favor de los anfitriones, un 22 de junio.



6 años despúes la cosa cambia, se rompe la racha de penalidades y, ante Italia, con "San Iker" y con los goles de Villa, Cazorlita, Marcos Senna y Cesc Fábregas la selección pasa de cuartos de final al fín. El resto es historia y tras dos tandas agónicas contra Portugal y otra vez Italia, España juega su cuarta final en 5 años.

Hubo un tiempo en que nos siempre nos faltaba ese punto de suerte que le hace falta a cualquier equipo para ser campeón. En Estados Unidos se nos grabó a fuego el nombre de Mauro Tassotti, y la sangre de Luís Enrique sigue aun (aunque por suerte, cada vez menos) las páginas de los diarios deportivos antes de cualquier encuentro contra Italia. Los hay que se acuerdan del arbitraje contra Inglaterra en su Eurocopa, que terminó por llevar a los penaltis el partido. Nunca Inglaterra había ganado en una tanda de penaltis. España tuvo el dudoso privilegio de presenciar como se obraba el milagro. Otra vez a casa en cuartos. En el mundial del 98 ni siquiera se pasó de la fase de grupos, y todos recuerdan el fallo de Zubizarreta que supuso el gol "tonto" de Nigeria.

La Eurocopa del 2000 y el Mundial del 2002 fueron otras grandes ocasiones para incrementar la maldición de los cuartos de final, la de Corea gracias al ya mencionado Al-Ghandour, y en el 2006 íbamos a jubilar a Zidane y fueron los suyos los que nos apearon en octavos. Pero ya había cambiado "algo" en ese equipo. Dos años después, nos volvimos a acordar de Tassotti, pero de otra manera, con el revanchismo del que dice "esta vez si". Cuatro años despúes, el más pequeño de todos marca en el minuto 116 un gol que vale una Copa del mundo.

Hubo un tiempo en el que la ilusión por esta selección no se veía apoyada por hechos, solo por sentimientos. Partidos como el de ayer contra Italia, hacen valorar mucho más lo que se ha ganado y el crédito que se le debe dar a un grupo como este. No se jugó bién, Italia fue superior en gran parte del partido, hubo que llegar a una prorroga agónica donde se perdonó demasiado y a una tanda de penaltis donde ninguno de los dos porteros logró detener uno solo de los lanzamientos. En otros tiempos eso habría acabado con un gol de Italia en el minuto 90, o al final de la prorroga, o cayendo en los penaltis, pero no, no esta vez. Esta vez es Bonucci el que manda el balón al cielo de Brasil, e Italia la que cae de bruces una vez más contra la Selección Española.

Una nueva final, la cuarta en cinco años. Y aunque sea en una competición menor, ganar una copa (la que sea), a Brasil en Maracaná sería ya un culmén tremendo a un grupo que ya ha hecho y quiere seguir haciendo historia. Y ahora es el momento después de 44 años de sufrimientos, decepciones, codazos, goles anulados, baños históricos, arbitrajes y seleccionadores lamentables, de disfrutar de lo que tenemos. Se juegue como contra Uruguay, dando una auténtica lección del fútbol, o saliendo vivos de milagro como se salió del primer tiempo contra Italia de ayer.

Hubo un tiempo en el que nos lamentábamos del pasado. Ahora toca disfrutar del presente.

Maykel Pérez / @greypilgrim

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