Jason Collins, pivot agente libre, se ha convertido en el primer jugador de las cuatro grandes ligas americanas (NBA, MLB, NHL NFL) en “salir del armario”, en declarar su homosexualidad públicamente a través de la revista Sports Illustrated.
Arropado por su familia, ha dado un paso adelante. El primero y esperemos que no el último en esta larga carrera para que el colectivo homosexual sea visto desde fuera como algo normal y corriente. Ha recibido muchos apoyos y de mucha gente importante, más si en USA no son tan progresistas como nos hacen querer, sí es un movimiento en el sentido de esta aceptación. Para otros muchos gays este anuncio no ha venido acompañado de palabras bonitas ni de mucha ayuda que se diga.
De 34 años y con una carrera apenas destacable, ahora mismo es uno de los jugadores más conocidos. Y es que pese a lo positivo de esta noticia, nos hace darnos cuenta de lo retrasados que andamos en algunos temas, como en el de la libertad de orientación sexual. Triste que este tipo de cosas sean noticia aún a día de hoy.
"Soy diferente. Si lo soy, alguien más tendría que haber hecho esto, pero no ha sido así, he decidido ser yo el que levante la mano". Con estas palabras daba a conocer la noticia, ante la que algunos jugadores como Kobe Bryant o Dwyane Wade o entrenadores como Doc Rivers,
han mostrado su respeto por esta decisión valiente de hacerlo
público. Incluso el dueño de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, que ha
manifestado que le encantaría tener a un homosexual en su
franquicia y el expresidente Bill Clinton, le han dado palabras de apoyo.
En la página de ESPN, algunos periodistas se preguntan las respercusiones de todo esto, de cómo afectará a sus compañeros de equipo, si será un obstáculo para fichar por algún equipo o de si creará problemas en
el vestuario. ¿ Está la NBA preparada para un jugador homosexual?. Si hasta en un país con historia revolucionaria como Francia tiene problemas en este aspecto ante las quejas de la derecha radical, en USA habrá muchas palabras de intolerancia y oposición. Si bien siempre es bueno que otros levanten la voz (con el apoyo de grandes figuras) y den su apoyo a todos esos gays (y lesbianas) reprimidos y que se atreven a enfrentarse a una sociedad que los desprecia; y la ocasión lo merece, para ser gay hay que ser un valiente. Arropado por su familia, ha dado un gran paso. El primero y esperemos que no el último en esta larga carrera para que el colectivo homosexual sea visto desde fuera como algo normal y corriente. Para que no sea ninguna condición de juzgar a cualquier persona y por lo que, a día de hoy, muchas de ellas sufren.
Como jugador Jason, procedente de la Universidad de
Stanford, fue elegido por Housten Rockets con el pick 18 de la
primera ronda en el draft de 2001. Nulo en la producción ofensiva,
su labor se centra en contención del rival. Si bien este año
en su paso por Boston se ha caracterizado por no saber cerrar decentemente el rebote y cargarse con demasiada facilidad de de faltas. Sus estadísticas 1,1
puntos y 1,6 rebotes este curso
así lo demuestran.
Por otro lado, sus entrenadores alaban que suele hacer muy buenas migas con sus compañeros de equipo y de esos jugadores que crea buen ambiente en el vestuario. Razón por la que a lo mejor Doc Rivers se plantea traerlo de vuelta tras su paso por Wizars por el mínimo de veterano.
Como jugador no hubiera pasado a la
historia del deporte. Después de este anuncio, sí. La comunidad
homosexual tiene un nuevo icono. Espero que este sea el primer paso
para que otros jugadores sigan su camino y poder normalizar una situación
que no debería ser relevante. No sería lo mismo esta declaración
de un jugador que pasa desapercibido como Collins, que de una estrella
consolidada. Aunque en este último caso, ¿le dejarían los
patrocinadores los cuales son la mayoría de las veces los encargados de difundir los valores tradicionales con el fin de vender? No estoy seguro.
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